El día 7 de septiembre realizamos en nuestro colegio la convivencia de inicio de curso con el profesores.
Durantelos últimos años nuestra actitud ha sido un dejarnos empapar por el Maestro: escuchando su voz, acercándonos a Él para identificarnos con Él y sentir que está en mí y en cada uno de los que me rodean. Ha sido más bien una actitud estática, un encuentro, una experiencia del Dios de las sorpresas que año tras año nos ha ido hablando al corazón. Pero ha llegado el momento en el que el mismo Maestro nos pone en movimiento, nos impulsa a anunciar, a enseñar por todo el mundo y en concreto en nuestra escuela a Dios, porque en Él y por Él “vivimos, nos movemos y existimos” (Hch 17,28). Salir, correr a toda prisa para retwittear su mensaje y decir como San Pablo “Ay de mí si no evangelizara” (1 Cor 9,16)
Durante esta convivencia inicial de curso, queremos “caldear” los corazones desde esta misma dinámica de itinerario, por eso realizaremos una combinación de reflexión personal, comunicación y encuentro que nos llevarán, así lo deseamos, a una mayor profundización en la frase carismática de este curso: “ID Y ENSEÑAD”